Las cámaras analógicas tienen su punto, sobre todo aquellas que marcaron una época: tal es el caso de la Konica C35 y su versión V. Estos días me regalaron esta cámara que ocupa un pequeño lugar en mi colección de cámaras «vintage». Dotada con un excelente objetivo Hexanon 38mm/2,8 fue una cámara muy popular en los años 70. Tiene un modo de operación muy sencillo que faculta la operación «apuntar y disparar» sin complicaciones y que viene apoyado por un modo totalmente automático con velocidades programadas entre 1/30″ a 1/650″ y diafragmas entre 2,8 y 14.
Suelen aludir a ella como una telemétrica pero no lo es. La verdadera telemétrica es la C35 (sin la V) que salió al mercado en los años 60.
Es una cámara muy ligera, de bolsillo, fácil de usar y con una excelente calidad de imagen. En el pasado, los objetivos Hexanon fueron muy buenos lo que es algo que puedo certificar ya que, la primera réflex seria que tuve, fue una «Konica Autoreflex T3» dotada de serie con un apabullante Hexanon 50mm/1,4.
Es una cámara que me ha hecho ilusión que haya caido en mis manos. A ver si me decido a tirar un carrete con ella.