Industar 50-2 (50mm f/3.5)

El Industar 50-2 para montura M42 es uno de los objetivos más baratos que puedes encontrar por las páginas de subastas o de segunda mano. Pese a lo económico de su precio posee una calidad excepcionalmente buena frente a otros «prime» que se pueden encontrar en el mercado.

Fabricado en la antigua Unión Soviética, en Rusia, fue producido desde 1953 a decenas de millares por la fábrica KMZ (Krasnogorski Mejanichieski Zavod) que se localiza en la periferia de Moscú. Muy pequeño, de tipo pankaque, representa una evolución del Industar-22 que, bajo montura M39, se fabricaba en la misma factoría para las cámaras telemétricas tipo Zorki. Estos objetivos estaban basados en la fórmula óptica de los Zeiss Tessar alemanes y cuya industria, los rusos, tras el final de la II Guerra Mundial, se encargaron meticulosamente de trasladar bien a Rusia o a Ucrania.

A la izquierda la disposición de elementos en un objetivo del tipo Tessar. A la derecha la localización (punto verde) de la fábrica KMZ en las periferia de la telaraña de Moscú.

Si bien he dicho anteriormente que tiene una calidad «excepcionalmente buena» esta aseveración hay que tomarla a sorbos. Es muy pequeño en tamaño, ligero, pasa desapercibido en una cámara de formato completo o APSc y su nitidez en el centro de la imagen es muy buena. Esto no quita que este objetivo tenga un viñeteo notable, problemas diversos con la luz y flare muy acusado.

Yo soy usuario de Olympus y, por tanto, del sistema m4/3. Esto representa una ventaja ya que los problemas de viñeteo y de pérdida de nitidez hacia los bordes se ven muy compensados por el factor de recorte del círculo de proyección del objetivo. Uso solo la parte central del círculo por lo que uso su parte más nítida. Además los problemas de su acusado viñeteo prácticamente no existen.

La construcción es buena. 100% metálico se fabricó en dos versiones: la más antigua fue plateada y las series más modernas en negro anodizado. El diafragma tiene 7 láminas y sus cuatro lentes forman tres grupos. Sorprende la ubicación del aro de diafragmas ya que se localiza -literalmente- en el frontal del objetivo. Esto, al menos a mi, me produce una cierta dislexia ya que no estoy acostumbrado a ello y me obliga constantemente a mirar el frontal del objetivo para ver el diafragma que tengo puesto y/o si se ha movido accidentalmente ya que no tiene puntos de retención: es de recorrido continuo sin «clics» y es muy suave.

El usarlo en m4/3 tiene una desventaja en lo que afecta a su discreción en tamaño: el adaptador. Sea el formato de cámara que sea (hablando en digital) hay que usar un adaptador. Son baratos comprados en China. Si miras las fotografías situadas arriba verás que el adaptador en Olympus es más grande que el tamaño del objetivo lo que pervierte su uso como un pankaque «real». De todas formas el conjunto, en lo que cabe, sigue siendo discreto.

Encima hay una comparativa entre el Industar (izquierda) y el Zuiko 12-50mm 3,5-6,3 (derecha). Se pueden apreciar dos cosas: primero que los 50mm del Industar son más (unos 52 ó 53mm) en comparación con el Zuiko y segundo que la resolución del Industar es solo ligeramente menor -a diafragma totalmente abierto- que el Zuiko.

En resumen, un buen objetivo que puedes adquirir por muy poco dinero y que me ha más que sorprendido.

Print Friendly, PDF & Email
Texto e imágenes © 2007-2022 Román Montesinos, salvo indicación expresa. Todos los derechos reservados. All rights reserved.