El Seixo Branco forma parte del enclave natural de la costa de Dexo-
Fotos: Samsung NX2000 con objetivo 20-50mm
Geográficamente el Seixo Branco es un cabo. Se esculpe en rocas metamórficas geológicamente muy antiguas: los denominados Esquistos de Órdenes. La edad de estas unidad geológica es Paleozoico Inferior y comprende un extenso afloramiento de principalmente esquistos y metaesquistos que recorre y aflora en varios puntos del norte-centro del oeste de Galicia.
El nombre del Seixo Branco (literalmente Cuarzo Blanco) proviene quizá de un error. «Seixo» en gallego alude al cuarzo, mineral de color blanquecino cuando forma masas; así muchos lugares de Galicia que llevan el topónimo de Seixal, Seixurra, Seixo, etc… pueden indicar la presencia de cuarzo en su entorno. La cicatriz blanca que corta al Seixo Branco -y de la que toma su nombre- no es en realidad cuarzo. Se trata de una pórfido granítico bastante «similar» en «aspecto» a una veta de cuarzo pero no tiene nada que ver una cosa con otra.
La veta blanquecina que se muestra a la derecha de la foto es la que da nombre al «Seixo Branco». No es cuarzo (seixo) si no una roca muy clara del tipo pórfido granítico. Una confusión histórica.
Como en muchos lugares de la costa gallega durante la Guerra Civil y durante la Segunda Guerra Mundial (para repeler un planificado desembarco aliado) se instalaron numerosas baterías y fortines en la costa. El Seixo Branco no iba a ser menos y aún se conservan los polvorines, habitáculos y un pequeño búnquer en la punta del cabo.
El paisaje desde el Seixo Branco es espectacular. La vista abarca desde la Torre de Hércules hasta Cabo Prioriño, en Ferrol. El mar es bravo en esa zona y el oleaje en épocas de tormenta sobrepasa los acantilados. La pequeña isla de La Marola marca casi el cambio de rías y las corrientes ahí son muy fuertes. Toda la costa se encuentra horadada por furnas (cuevas) producto de la erosión del mar. Mochas de ellas, ya en el interior de la costa, colapsan y se hunden apareciendo entonces en el paisaje unos profundos huecos que se encuentran vallados o señalizados.
En fin, un sitio excelente para reposar, dejar vagar la mirada por el mar y encontrarse uno consigo mismo.
¡Bello y espectacular paisaje gallego frente al mar!
Lo es Paco. Todo un lujo cerca de casa.