El Nikkor 50mm/1,8 (D o no D) es uno de los buenos objetivos que, sin duda, puedes comprar para su uso en formato FX (en DX también pero pierde gran parte de su esencia). Viene ocurriendo, desde que el personal se compró una DSLR pegando el salto al precipicio desde una compacta, que se tiende a decir que es la mejor óptica para usar en retrato.
¡Coño, no!
Estos comentarios no tienen más sentido que por parte de aquellos que sólo ha visto un 50mm en un escaparate, hablan de oídas o intentan despistar al enemigo.
Desde siempre se ha considerado que las focales de 105 a 135mm, con las honrosas excepciones de los 80 – 85mm, son las idóneas para retrato «clásico» (aquí habría que hacer una disgresión filosófica de lo que es un retrato en su propia naturaleza, pero no es el caso ya que todos entendemos lo que es un factor común en este tipo de fotografía). Comprendo además muy claramente, pues así me ha sido revelado desde antiguo, que se pueden hacer retratos con un ojo de pez y hasta sin objetivo: con una estenopeica, por ejemplo. También entiendo claramente que un retrato, en si mismo, no tiene porque ser de un rostro que ocupe todo -o parcialmente- el encuadre.
Se eligen focales largas de aquellos tipos por la ligera compresión de planos, por los desenfoques del fondo, y por mantener en los rostros, en encuadres cerrados, las proporciones de la mejor manera posible.
En muchos foros dicen que el factor de multiplicación de 1,5 ó 1,6 convierte el 50mm en una óptica idónea para el retrato (se «convierte» en un 75mm). No, absolutamente no y entrecomillo lo de «convierte» ya que sigue siendo un 50mm del que -de su círculo de proyección sobre el sensor- utilizamos sólo una parte con respecto a lo que usaría una película de 35mm.
Los 50mm se ha calculado históricamente como unas ópticas de uso general y están corregidas para eso. En planos próximos tienden a deformar la imagen. Un grado extremo de cercanía provoca una deformación típica conocida como «elefantismo» en la que ciertas partes de un sujeto aparecen desproporcionadamente más grandes que otras.
Lo que hacemos al usar un 50mm en «retrato» con una DSLR con sensor APSc es recortar una imagen con las deformaciones inherentes de esa óptica. En APSc lo mejor es usar un 80mm, 105mm ó 135mm «de verdad» y echarse más para atrás para sacar la foto. ¿No tienes un zoom que cubre esas focales?… úsalo entonces.
Me imagino que como es una asunto viciado a muchos les parecerá que no es cierto (la lentecilla es barata y lo que dice este tipo es el «canto del loco» pero es así aunque multipliquemos un 50mm por el factor que queramos.
Respecto a si es mejor la versión D de este objetivo pues la respuesta es que los cristales son los mismos en ambas. La CPU de la versión D va programada para que transmita la información de distancia a la CPU de la cámara y, ésta a su vez, al flash. Hay gurús muy serios que dicen que no hay diferencias entre objetivos D y no D (que es solo una cuestión de marketing de Nikon). A mi es un tema que no me quita el sueño ya que no hago BBC’s y el flash dormita casi siempre en la maleta. Además, para mis bodegones, circunstancialmente uso un sistema de doble flash de estudio controlado manualmente, por lo que ese asunto ni me ocupa ni me preocupa.
De acuerdo que a nivel focal un 50mm nunca se comportará como un 70 (supuesto equivalente en full frame) en formato APSc, pero si perderá esa deformación particular del 50mm. Dicha deformación se da sobretodo hacia los bordes, parte que se recorta al dispara con una APSc. Es algo así como la linea de horizonte en un fisheye, si la situamos hacia arriba o hacia abajo saldrá curva, pero si la situamos en su punto central, la linea se verá totalmente recta. Idem para angulares corregidos, si recortamos elementos que aparezcan centrados, no se notará la deformación como si recortamos elementos desplazados.
Hola Óscar. Hay tanto deformación de la imagen en el borde como en el centro y es extremadamente notoria si se intenta obtener con un 50mm un primer primerísimo plano de un rostro en donde la nariz se desproporciona con respecto al resto del rostro en el encuadre. En un plano un poco diferente se nota en las orejas con respecto al rostro… Además no es una línea o un eje en el rostro lo que vamos a fotografiar; fotografiamos un plano que contiene la proyección -a través del objetivo y de sus propiedades ópticas- de los diferentes puntos que componen un rostro. En cualquier caso es mala práxis recomendar un 50mm para retrato como muchos hacen. Saludos.
Ya… si que es cierto eso de la nariz…
🙂
Hola! excelente post, por cierto 😉
Pero tengo un problema con el que quizá me puedas ayudar. Tengo una Nikon D90, y tengo (o tenía) toda la intención de comprarme un 50mm. El problema es que no sé si es posible tener las prestaciones de un 50mm en una D90, después de leer el post.
En definitiva, quisiera saber qué objetivo debo comprarme, si un 35mm FX o un 50mm FX, para poder tener un 50mm a nivel práctico (que se capte lo mismo que a la percepción del ojo humano y que, a poder ser, no tenga esas deformaciones de las que se habla en el primer comentario del post.
He visto que Nikon ha sacado un 35 mm DX si no me equivoco, pero no serviría para tener un 50mm en la D90, estoy en lo correcto?
Bueno muchas gracias de antemano por tu atención!
Un saludo
EHola Galatea. Entiendo el problema que me consultas. En forma aparente un 50mm se comportaría como un 75mm en tu D90 mientras que un 35mm lo haría como un 52,5mm lo que manifiesta que se aproximaría más al concepto de una óptica de 50mm. Yo adquiriría por tanto el 35mm pero teniendo presente que la distorsión de las proporciones en planos próximos aumentan a medida que las focales disminuyen. Es algo inevitable y hasta artístico si se sabe jugar con ello. Saludos.