Desde hace unos años y desde la salida al mercado de la Go Pro de Hero han florecido por China varios centenares de modelos y marcas de cámaras deportivas, también llamadas cámaras de acción. Más o menos clónicas en aspecto, los fabricantes chinos se han esforzado en emular las características y operatibilidad de la Go Pro original con una meta definida: abaratar el coste de sus productos.
Realmente su meta la han conseguido y, de hecho, y si nos damos un paseo por Ali Express, veremos que se pueden adquirir desde poco más de 10 euros con envío gratis para España.
Evidentemente han conseguido el bajo coste a partir de emplear materiales baratos de baja calidad y una merma del control en sus cadenas de producción. También emplean un marketing agresivo en el que pintan el producto como excelso y lleno de características punteras que, si fuesen ciertas, nada más que las encontraríamos en la Go Pro Hero 6 cuyo coste ronda los 400 euros a día de hoy.
En el bosque de las cámaras deportivas chinas nos podemos encontrar con productos muy malos y otros que cumplen lo que tienen que cumplir en su bajo coste. Aquí me referiré a una videocámara que adquirí recientemente para usar en un drone y no estrellar la Go Pro en mis primeros vuelos. No puedo decir su marca ya que es anónima, aunque su «software» es XDV y eso si lo podemos encontrar por internet.
La adquirí en Amazon leyendo los comentarios de los usuarios que previamente la habían comprado. No es que haga mucho caso de los comentaristas ya que cada usuario ve lo que tiene que ver para su uso y, también, suele haber un alto grado de autoconfirmación y autoafirmación del producto que se ha adquirido.
De hecho, tal como recibí el paquete desembalé la cámara con mucho cuidado ya que me temí que tendría que devolverla (tenía experiencias previas). Sorpresa, funcionaba y además razonablemente bien para su coste (43 euros en una oferta «flash»).
Un video a 1080. No se puede pedir mar a una cámara de este tipo…
El truco:
Realmente es (o son) una cámara cuyo sensor es de 8 mpx fabricado por Sony: el IMX 179. Este sensor está pensado para ser incorporado en teléfonos móviles y tablets de bajo coste. Se anuncia como 4K y fotos de 16 mpx. Evidentemente sólo se puede obtener una foto de 16 mpx con un sensor de 8 por interpolación. Tanto los videos 4K como las fotos se obtienen interpolando píxeles a la matriz original.
Resumiendo, esta cámara (y las otras baratas) no son, de forma nativa, ni 4K ni de 16 mpx. Son de 8 mpx.
Ahora bien, el comportamiento nativo en video a HD 1080, su resolución nativa, es adecuado. Saca unos buenos videos y unas buenas fotos a 8 mpx. Nada que objetar para el precio que tiene. También es cierto que si queremos calidad en nuestras fotos o grabaciones hay que acudir a otras marcas y a otro segmento del mercado.
Asi es. Informe completo. Gracias
De bada Carlos 🙂 Un abrazo!