Un sistema de iluminación por 10 euros.

La luz fluorescente -pese a sus problemas de carencia en el espectro cromático- siempre me ha gustado para iluminar bodegones. Es muy suave (incluso «a la brava»), homogénea y fácil de controlar. Algunos de mis bodegones están hechos en una cocina con iluminación fluorescente pero, el caso, es que no quiero hacer virtud de andar transportando todo a la cocina de mi piso-estudio para sacar una foto; quería un sistema de iluminación fluorescente para usar en un mini plató que tengo habilitado para fotografiar cosas pequeñas.

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Para hacer la foto reboté la luz fluorescente en una cartulina blanca. Esto permite controlar la luz en la parte menos iluminada y aclarar las sombras. Nikon D800 y Tamron 90mm/2,8 macro.

La solución la encontré hoy en un rastro. Por 17 euros compré dos plafones de techo -razonablemente grandes- con cuatro tubos fluorescentes cada uno. Cada uno solo necesita una lámina de metacrilato delante o de plástico traslúcidos, una columna de flash para colgar el sistema y todo controlado.

Una solución barata y eficaz para iluminar objetos. Eso si, dispara a una velocidad más lenta que 1/50″ ya que el número de ciclos de la corriente es de 50 Hz. Te evitarás sorpresas.

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