Suso Carreira es un mago genial y, además de su arte mágico, un artista plástico. Las manos de Suso modelan líneas con un lápiz o una tiza y se convierten en caricaturas. Un café con leche se puede transformar en una cara espumosa y o en una supernova o, quizá, en una neurona germinal. Todo es echarle imaginación.
En la foto las manos del mago. Finas, sinceras, y de movimiento suave. Mangas cortas, con muñecas a la vista, ya que aquí no hay truco: hay lo que tú ves a unos centímetros de tus ojos. El tres de oros… ¿era ésta?… pues si, pero no es la que ahí estaba… Se sublimó.
La cara que se dibuja el el pocillo de café se materializa trazo a trazo como una cara de Bélmez. El café se vierte pero adquiere formas diversas mientras la mano del mago moldea la leche y el café. Es arte efímero… tal que una mirada.
En la religión, se llama fe el creer lo que no0 vimos, esta otra r5eligión de la magia, es no ver lo que creemos
Y Suso es su pontífice!!! 🙂 Un abrazo Carlos!!!