La semana pasada viajé a Lugo con motivo de darle un abrazo al maestro fotógrafo Carlos Valcárcel, uno de los fotógrafos insignes que produjo Galicia, y entregarle a él y a otros amigos un catálogo de la exposición «Racionalizando lo irreal» que celebramos en La Coruña García de Marina y yo. Como siempre, el encuentro con Carlos ha sido intenso y profuso en intercambio de experiencias (más de él que mías, obviamente). De esta guisa, con las manos enlazadas en señal de amistad, posamos delante de la cámara y del disparo de Suso Carreira en el célebre Mesón do Forno.