El fuerte de Santa Engracia (Pancorbo, Burgos).

p11

Cubierta por una nube la sierra que está culminada por la fortaleza de Santa Engracia.

Uno de los más bellos parajes del norte de Burgos es la sierra de los Montes Obarenes, un espacio natural protegido, a cuya cabeza se encuentra la villa de Pancorbo y su conocido desfiladero. Los Montes Obarenes pertenecen a la Cordillera Cantábrica y son su límite más al sur, separando el valle del Ebro de la comarca burgalesa de La Bureba.

p20

Pancorbo visto desde la fortaleza de Santa Engracia.

p13

En lo alto de los Montes Obarenes, como un nido de águila sobre Pancorbo, se localizan los restos de la que fue la fortaleza de Santa Engracia. Encargada de proteger el paso por el angosto desfiladero de Pancorbo, conjuntamente con el fuerte de Santa María, se construyó a finales del siglo XVIII con el fin de frenar una potencial invasión de los ejércitos franceses revolucionarios durante la Guerra del Rosellón.

p16

La Bureba a los pies del fortín.

p17

Santa Engracia se localiza a lo largo de todo lo alto de una pequeña sierra calcárea  que limita los campos de La Bureba del valle de Ebro y de la comarca de Miranda de Ebro. Es un recinto amurallado con fosos longitudinales y transversales y que forma un elemento singular en el campo de la poliorcética, siendo un ejemplo emblemático de la construcción defensiva militar en toda la península.

p14

Otra vista de La Bureba desde el fortín.

Su importancia se puso de manifiesto en todos los conflictos militares desde 1793 a 1835: Guerra del Rosellón, Guerra de la Independencia y en la primera Guerra Carlista. Fue tomada por el mariscal francés Moncey en 1808 y recuperada por el general español O’Donnell. El absolutismo de Fernando VII jugó una mala pasada a la fortaleza: para que no sirviese de reducto a las tropas liberales fue demolida.

p18

Las cuevas excavadas en roca debieron servir de bodegas o polvorines. Hace bastantes años encontré en una de ella unas monedas y unas balas de cañón de hierro.

Hoy en día se conservan muchas de sus murallas hechas con una buenas mampostería que alimentó a muchas viviendas de la zona. Se conservan los fosos, dobles murallas, plantas de edificaciones y grutas excavadas en la roca caliza que sirvieron posiblemente de polvorines o bodegas.

p22

Un vértice geodésico en lo alto de la sierra de la fortaleza.

p23

No podía faltar un buzón de cumbres para los montañeros.

La fortaleza recorre una distancia de unos 250 m de paraje agreste siendo un bonito paseo. Los paisajes son realmente espectaculares. Se dominan muchos kilómetros hacia el norte y el sur y. prácticamente, toda La Bureba. Hay camino de subida y una pista terrera que conduce desde Pancorbo hasta el mismo pie de la pequeña sierra donde se emplaza la fortaleza.

p12

Caballos losinos en las inmediaciones de Santa Engracia.

p19

Fosos entre murallas como defensa ante una posible invasión del fortín.

p21

Los farallones que protegieron la fortaleza. Al fondo la Verdina, el pico más alto de los Montes Obarenes.

 

Print Friendly, PDF & Email
Texto e imágenes © 2007-2022 Román Montesinos, salvo indicación expresa. Todos los derechos reservados. All rights reserved.