Uno de los más bellos parajes del norte de Burgos es la sierra de los Montes Obarenes, un espacio natural protegido, a cuya cabeza se encuentra la villa de Pancorbo y su conocido desfiladero. Los Montes Obarenes pertenecen a la Cordillera Cantábrica y son su límite más al sur, separando el valle del Ebro de la comarca burgalesa de La Bureba.
En lo alto de los Montes Obarenes, como un nido de águila sobre Pancorbo, se localizan los restos de la que fue la fortaleza de Santa Engracia. Encargada de proteger el paso por el angosto desfiladero de Pancorbo, conjuntamente con el fuerte de Santa María, se construyó a finales del siglo XVIII con el fin de frenar una potencial invasión de los ejércitos franceses revolucionarios durante la Guerra del Rosellón.
Santa Engracia se localiza a lo largo de todo lo alto de una pequeña sierra calcárea que limita los campos de La Bureba del valle de Ebro y de la comarca de Miranda de Ebro. Es un recinto amurallado con fosos longitudinales y transversales y que forma un elemento singular en el campo de la poliorcética, siendo un ejemplo emblemático de la construcción defensiva militar en toda la península.
Su importancia se puso de manifiesto en todos los conflictos militares desde 1793 a 1835: Guerra del Rosellón, Guerra de la Independencia y en la primera Guerra Carlista. Fue tomada por el mariscal francés Moncey en 1808 y recuperada por el general español O’Donnell. El absolutismo de Fernando VII jugó una mala pasada a la fortaleza: para que no sirviese de reducto a las tropas liberales fue demolida.
Hoy en día se conservan muchas de sus murallas hechas con una buenas mampostería que alimentó a muchas viviendas de la zona. Se conservan los fosos, dobles murallas, plantas de edificaciones y grutas excavadas en la roca caliza que sirvieron posiblemente de polvorines o bodegas.
La fortaleza recorre una distancia de unos 250 m de paraje agreste siendo un bonito paseo. Los paisajes son realmente espectaculares. Se dominan muchos kilómetros hacia el norte y el sur y. prácticamente, toda La Bureba. Hay camino de subida y una pista terrera que conduce desde Pancorbo hasta el mismo pie de la pequeña sierra donde se emplaza la fortaleza.