Soledades (I)

La soledad, en su justa dosis, no es mala. Sin caer en la virtud, los paisajes castellanos invitan a esa soledad. Los inmensos campos de labor que, en estas fechas parecen eriales, en breve se tapizarán en el verde que anunciará una nueva cosecha. Puntualmente, aquí y allá, los árboles sobrevivientes a la concentración parcelaria puntean el paisaje. Están solos, pero rompen la soledad y la monotonía del paisaje.

soledad1

Texto e imágenes © 2007-2022 Román Montesinos, salvo indicación expresa. Todos los derechos reservados. All rights reserved.

6 comentarios en “Soledades (I)

Los comentarios están cerrados.