Los que han escrito sobre las ramas de los árboles generalmente se han referido a ellas como «dedos descarnados que apuntan al cielo». Quizá lo sean, o puede que no. El caso es que esas ramas carentes de hojas, para mi, representan un grito, un sonido, de los árboles rogando que llegue una primavera. Es el plañir o el lamento del bosque susurrado por un viento que habla por esas ramas.
Texto e imágenes © 2007-2022 Román Montesinos, salvo indicación expresa. Todos los derechos reservados. All rights reserved.


Muy bien descrito el espíritu de la fotografía, don Román. Enhorabuena. Si me permite describirlo así… «m’agustao un montón».
De vez en cuando me dan ramalazos de mano caida José Luis. Gracias y un abrazo.
Poesía eres tú, Román.
Eso escribía Gustavo 🙂 Un abrazo!