Ayer, al hacer mi visita bisemanal a un rastro cercano, me encontré una cámara analógica muy especial: la «Olympus µ[mju:] II» conocida más simplemente como «Olympus mju» u «Olympus Stylus Epic» en el mercado norteamericano. Nunca la había usado ni nunca había tenido una en mis manos pero conocía -desde su salida al mercado en 1997- que es una cámara «point and shoot» de 35mm de una soberbia calidad de imagen. No voy a negar que, en aquellos años, tenía ganas de una de ellas pero andaba por otros derroteros.
Es una cámara de película de 35mm muy compacta, del tamaño de muchas digitales de bolsillo actuales. Es muy sencilla de manejo y en la que se controla nada más que la activación del flash en varios modos, el disparo remoto (si se tiene como opción) y la temporización del disparo. Incorpora un magnífico objetivo de 35mm bastante luminoso (1:2,8), enfoca automáticamente la escena desde una distancia mínima de 0,35 m a infinito, mide automáticamente la exposición y alguna que otra cosa de menor interés. Reconoce automáticamente la sensibilidad de la película de chasis de 35mm de código DX.Esta cámara es en realidad un pequeño juguete que puede acompañarnos metida en un bolsillo y saborear aquellos tiempos no tan lejanos de la fotografía analógica. Por el momento, aunque aún conservo tanque de revelado y tengo ácidos, la alimentaré con película cromógena en blanco y negro para hacer unas cuantas fotos.
Esa curiosidad y apetencia, consolida tu gran afición a la fotografía.
No creas Carlos, está bastante endurecida 🙂 Un abrazo!