Podría ser el título de una película al estilo de «Perdidos en la niebla», pero no, es la realidad cotidiana en la Ría do Burgo, en A Coruña. Constantemente hay altercados entre furtivos y mariscadores, cortes de carretera en el Ponte do Pasaxe (en el momento de las fotos estoy debajo de ese puente), intervenciones de la Guardia Civil, Costas y la Santa Compaña. Es inútil, los furtivos siguen campando por sus anchas e imperturbables delante mismo de los mariscadores que ya llegaron a un momento en el que -por aburrimiento- pasan de todo.
Los dos furtivos de la primera foto, pese a que en aquel momento no les estaba haciendo fotos a ellos, me increparon. La verdad es que tenían una pinta que no pronosticaba un buen futuro si les orientaba el objetivo a ellos. Prudentemente esperé silbando un poco a que escampase el temporal y les hice la foto «a hurtadillas».
Una plaga difícil de eliminar ya que hay siempre descerebrados que les compran el producto y que, además, venden con desparpajo en plena calle.


