Atentado. Arde Galicia

No encuentro ninguna diferencia entre un descerebrado del Daesh y un pirómano que incendia nuestros montes. El primero causa un efecto inmediato, fulminante, en el que unos inocentes mueren en una fracción de tiempo. En cambio, el pirómano, con el incendio de los bosques, causa el mismo efecto a más largo plazo; además el número de damnificados se cuantifica a nivel integral de una sociedad. El incendiario nos mata a todos lentamente, tanto a personas como a animales que habitan en los bosques. El pirómano es un terrorista que nos ataca desde dentro de nuestra sociedad. Las leyes son débiles con estas personas. Hay que equipararlas a las que se aplican a los otros terroristas.

Texto e imágenes © 2007-2022 Román Montesinos, salvo indicación expresa. Todos los derechos reservados. All rights reserved.