Acabó la exposición que tuve en el pequeño pueblo castellano-burgalés de Villanueva de Teba. Tras el final de una exposición siempre queda el agradecimiento hacia las personas que abrieron las puertas a tu trabajo y confiaron en él. De todas las maneras hay agradecimientos muy especiales y singulares. tal como es el caso de esta exposición. Me explico.
Transcurría la fiesta de san Roque, patrón del pueblo.. Era mediodía y la plaza estaba abarrotada de gente que acudió para acompañar una entrega de premios. Yo, despistado como siempre, regresaba del cercano bar con un vermú en la mano y el alcalde, Agustín Oviedo, comenzó a hablar cuando me encontraba a medio camino. «Estamos aquí para entregar los premios del concurso de tortillas… pero antes quiero expresar un agradecimiento especial a Román Montesinos por la exposición que ha estado colgada en el ayuntamiento estos días… con este obsequio quiero manifestar el agradecimiento de este tu pueblo…». No se me cayó el vermú de milagro y sin saber qué hacer con él se lo endosé a la primera persona que tuve a mano. Me acerqué al estrado y ahí, el alcalde, me entregó una bolsa que contenía una caja con tres excelentes piezas de vino de la Rioja. Me emocionó, mucho, y gracias que no tuve que hablar; la entrega, las gracias sinceras y punto. Hay pequeños pueblos que se hacen grandes. Gracias.


