En estas épocas que corren cualquier cosa. Hemos visto de todo: sanitarios y población sin los recursos mínimos de seguridad, pruebas y mascarillas que no sirven, medidas desafortunadas y contradictorias, y un largo etcétera que acumula un despropósito tras otro. Hace pocos días el gobierno adquirió un lote de miles de mascarillas que fueron distribuidos por hospitales; tal lote era inservible ya que -a parte de que se rompían con extrema facilidad- eran un auténtico colador para el COVID-19 y otras alimañas. Más valía que el gobierno hubiese adquirido directamente el modelo de la foto, podría ser reutilizado para otras cosas.
También, en estos días, la prensa dice que la benemérita vigila la desafección al gobierno. No busquen mucho que ya lo digo aquí: estoy totalmente «desafeccionado». Saludos.