Hubo una época en que pasaron por mis manos muchas decenas de cámaras clásicas de madera que abarcaron un período comprendido entre finales del siglo XIX a mediados del XX. Eran de maderas finas, como la caoba, o más rústicas, como la soviética de la foto. Todas estaban perfectamente conservadas y en funcionamiento.
Esas cámaras tenían su encanto y su historia. Hablaban de las épocas doradas de la fotografía «analógica». Eran de placas en diversos formatos, principalmente 12×24 ó 13×18 centímetros.
Hace varios meses me pidieron un foto para publicar con un artículo de prensa. No lo dudé y me hice la foto con la única cámara con la que me quedé: una FKD ucraniana que es el paradigma de la construcción soviética: artesanal, rústica, imprecisa en sus movimientos articulados y pesada. El trípode, el solo, pesa 10 kg. Ni me imagino a un pobre fotógrafo de la antigua URSS portando al hombro semejante artilugio, con el añadido en peso de varios portaplacas robustos, también de madera. Me recuerda las épocas de Ansel Adams tirando de mula cargada con la cámara por Yosemite.
La foto es un autorretrato. Me gustó el efecto que ha resultado de fotografiar y reproducir la foto impresa en papel de periódico con su tono y su textura.


Qué calidad de tonos grises!, De qué tamaño eran las placas?. Por cierto, he comenzado a probar la Mamiya RZ 67, me he tirado a una película de prueba la ATP 1.1 de 32 Iso( Rollei, para Afga), ya te comentaré cuando reciba los contactos y los negativos. Me recomiendas alguna película actual de B/N?. Gracias
Hola José Manuel:
La cámara es de placas 18×24. Hice un día, ya hace tiempo, una foto con
ella… y salió bien 🙂
Pocas alternativas tienes en películas y en formato 220. Ilford únicamente.
Las tiene cromógenas en blanco y negro (revelado en laboratorio) o de
revelado normal en tanque.
Un abrazo
Román
Rectifico José Manuel. La cámara es 13×18