Románico: San Andrés (Soto de Bureba, Burgos).

En esta esquina, dejada de la mano de Dios, tenemos costumbres endémicas muy curiosas sobre nuestro patrimonio. Primero dejamos que  se hunda y luego, escandalizados, lo restauramos como podemos. Nada se libra de esto. Se prefiere gastar el dinero en fiestas populares que arañan algún voto que en mantener el legado patrimonial. Pienso que, si la mayor parte de los políticos que rigen nuestro triste destino tuviesen algo de sensibilidad cultural, no pasarían estas cosas.

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Un ejemplo de lo antecedente es la iglesia románica de San Andrés, en Soto de Bureba, Considerada por muchos como el más bello ejemplo del románico burgalés se venía avisando desde 1935 del riesgo de deterioro que podría sucederle. Así ocurrió. Se desplomó en 1988. Se perdió el ala norte y la espadaña. Tras ello se hizo lo que se pudo con la iglesia invirtiendo en su restauración bastante dinero; se le puso una nueva cubierta, se le dotó de una torre cuadrada y se amortajó con puro cemento la base de la estructura circular que contiene la escalera de caracol.

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La mortaja de cemento…

La portada, orientada al sur, es espectacular y está repleta de simbología mitológica: sirenas, gallos con cabeza humana, un unicornio de raro cuerno, guerreros, motivos vegetales, etc… Tiene tres arquivoltas que tienden a hacer una forma apuntada. Hay un óculo trilobulado en su parte este. Es una iglesia firmada. En la parte superior de la arquivolta más interna hay una inscripción que pone:

En el nombre de nuestro señor Jesucristo. A esta Iglesia la llaman de San Andrés. En la era de 1214 (que equivale al año 1176). Este portal hicieron Pedro de Ega y Juan Miguel”.

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Sola y olvidada (voy como tres o cuatro veces al año a visitarla durante un período de 33 años y nunca vi a nadie visitándola), al pie de los Montes Obarenes, y en un flanco de la carretera de Logroño a Santander a su paso por La Bureba, se encuentra lo que ha quedado de esta joya del románico.

 

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