Acabo de recibir hace unos minutos un correo de Nikonistas por el que si eres fotógrafo profesional, o cumples determinadas características, te prestan una Nikon D600 para que la pruebes. Eso está bien pero lo que me choca es el texto del anuncio…

Internamente hay pocas diferencias entre las Nikon D800, D4 y D600, tan pocas que hay voces y análisis que dicen que son lo mismo con diferente carrocería. Nikon, en su WEB coloca la D600 en el segmento más bajo; el de «consumo», pero en el anuncio del préstamo la catalogan para «un uso profesional». Está claro que esto puede generar una cierta dislexia en el mercado y cabe preguntarse ¿qué es lo que es la D600? ¿una cámara de «batalla»? ¿una cámara profesional?.

Un préstamo para la prueba de la Nikon D600

Creo que Nikon con la D600 ha sacado al mercado un excelente producto pero que no sabe qué hacer para ubicarlo y que no haga «pupa» a los otros acorazados de la marca: la D800 y la D4. Por un lado no debe querer -quizá- que el mundo profesional se decante por la D600 y, por otro lado, coquetea como una diva con ese ámbito para colocársela. Es algo así como cuando salieron al mercado la D3 y la D700. Muchos profesionales, muchísimos, se fueron a por la D700. Nikon, con sus bandazos, intenta no caer de nuevo en el error.

Lo que es cierto es que si hace unos años nos dicen que la D600, con esa combinación en su construcción  de aleación de magnesio y policarbonato, es una cámara con un cuerpo profesional tragamos todos y nos vamos de copas tan felices. De todas formas la construcción de la D600, subjetivamente y siempre bajo mi punto de vista, es muy buena.

Que el lector no se confunda. Nikon, como marca, me importa literalmente un bledo. En origen fuí, en el mundo digital, usuario de Canon y su 10D pero, por problemas técnicos de una avería que no me solucionaron, me pasé a Nikon. Ya se sabe… fidelización con los cuerpos, los objetivos… y esas cosas. Por el momento este matrimonio de conveniencia va funcionando bien…