Busch Pressman. Una cámara clásica

Mi relación de amores fallidos con la Busch Pressman data de hace bastantes años. Han pasado por mis manos una decena de cámaras de esta marca y siempre deseé quedarme con una de ellas pero, su destino final, era su venta en el mercado local. Por avatares del destino ha caído en mis manos otra de ellas y no me he resistido a la tentación de hacer un panegírico por ella.

Se trata de una cámara de fuelle que quiso establecer una competencia feroz con otra marca americana de su época: la Graflex. La Busch Pressman, con la Graflex, eran las típicas cámaras que usaban los fotoperiodistas de los años 40 ó 50. La Busch, más compacta que la otra, es muy manejable. Carga placas de 2¼x3¼» e incorpora movimientos de tilt y shift de su parte frontal. Era, en ciertos aspectos, algo modular: se le podían incorporar opcionalmente elementos tales como flashes o varios tipos de visores y, entre ellos, el conocido Kalart que era de tipo telemétrico.

Sus ópticas «de serie» eran excelentes y se podían incorporar muchos tipos de ellas en su obturador Rapax. En el caso de la cámara que muestro aquí lleva un soberbio Wollensak Velostigmat 101mm/4.5 (alguno de los Wollensak lo incorporaron las famosas leicas de la época).

¿Quién no ha visto esta cámara, u otras de su tipo, en manos de un reportero en la escena de un crimen de una película de serie negra de los años 40? Además se fabricaba en Chicago… no hay sitio mejor.

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