Si hay una huella siempre representa un tiempo pasado. Las huellas son marcadores, indicios y pruebas de una actividad orgánica que se produjo en un tiempo indeterminado (o determinado si hay elementos cronológicos asociados). No, no es difícil entender lo que estoy escribiendo.

Siempre que voy de paseo por una playa suelo llevar una cámara fotográfica. Me entretiene -por profesión- ir viendo las marcas que dejan el agua o los organismos en la arena.

En la foto que muestro se ven dos tipos de marcas: orgánicas, representadas por las huellas de las patas de aves, e inorgánicas, representadas por rizaduras paralelas en la arena. Las primeras nos indican una acción y un comportamiento (etología). Se observan las huellas de dos especies de aves diferentes. También se observa que las huellas del ave más pequeña se posó en un momento determinado pisando ligeramente la huella del ave mayor. Representan, por tanto, dos momentos temporales distintos.

Se puede saber que, en el momento de producirse las huellas, la marea estaba baja. Tambien se puede saber que es una arena depositada en un medio acuoso ya que las rizaduras solo se producen en ese medio. Las ondulaciones también indicanla dirección que tenía la corriente de agua (perpendicular a las ondulaciones).

Con lo anterior hemos averiguado que esas huellas se produjeron en un ambiente costero, que había una corriente, que la corriente iba de arriba hacia abajo de la foto, que las rizaduras están expuestas al aire (exposición subaérea),  que existían organismos (biomasa) y dos especies distintas de aves que ocuparon el mismo lugar en tiempos diferentes.

Esto es el campo de estudio de la Icnología, una ciencia que estudia las huellas. Si estuviésemos estudiando el pasado remoto estaríamos ante una ciencia -derivada de la anterior- que se denomina Paleoicnología y que es clave para interpretar la vida en el pasado.

Hay bastantes más cosas. Pero esto que os muestro llega por el momento.